Con una elegante cena de premiación, se cerró la XLIII edición de los Caminos del Inca, en el hotel Atlantic City, donde pilotos, sus familiares y amigos del mundo automotor se dieron cita para compartir un gran momento de camaradería.
Con el recordado Lucho Izusqui como anfitrión de esta gala, se inició dando el debido reconocimiento a las autoridades regionales que apoyaron en la realización de este rally nacional. Además, gracias al voto de todos los pilotos y copilotos, se premio con la Copa Fox Sport a Edgardo “Cachete” Arimborgo por ser el piloto “fair play”.
Luego, fueron desfilando los ganadores de cada categoría, el experimentado Horacio Cánepa para la N2, Luis Surco de la N3 junto a su esposa y copiloto Jenny Huamaní -quien le robó el show al hombre de la casa-, Ian Sierlecki para Tubulares, Luis Alayza para Turismo Superior quien recibió el trofeo de manos de su madre y para la Súper 1600 el cusqueño Renzo Lomellini. En la categoría Camionetas, Álvaro Silva, además de llevarse el primer lugar, fue elegido como piloto revelación y en la N4 Light, los experimentados Tito Matos y su copiloto Ricardo Dasso señalaron que para el próximo año tienen planes de cruzar la línea y subir a la N4.
Ya en el momento cumbre de la ceremonia, se llamó al estrado a los hermanos Palomino, para que el mayor de ellos reciba el máximo galardón de la noche, en honor al gran querido y recordado piloto Raúl Orlandini Dibós. Richard agradeció el apoyo de su familia y recalcó el orgullo de correr junto a su hermano y hacer que el premio se quede en Andahuaylas.
La noche se cerró con un balance positivo de Eduardo Dibós, presidente de la Automóvil Club Peruano, sobre esta edición y con el augurio de que las que vienen seguirán dándole el prestigio que cada año se va ganando nuestro gran premio de carreteras.