El más llamativo y caro dentro de la historia de Mercedes- Benz es, sin duda, el 300 SL, el superdeportivo de dos plazas producido por la marca alemana, entre 1954 y 1963, que saltó a la fama por parecer una maravillosa gaviota metálica.
Este auto, fabricado con carrocería coupé y descapotable, tuvo un motor M198 SOHC de 6 cilindros en línea y una potencia máxima de 215 CV, capaz de llegar a los 245 Km/h, cualidad por la que lo apodaron, “Widowmaker”, en español, “fabricante de viudas”, ya que la mayoría de conductores murieron al estrellarse en un 300 SL.
Además, fue el primero en utilizar la inyección directa de combustible y las puertas de ala de gaviota, conocida como la versión Gullwing, la cual empezó a ser producida entre 1954 y 1957.
Un total de 3.258 unidades se fabricaron desde su aparición y hoy es considerado uno de los autos de Mercedes- Benz, más coleccionables de todas las épocas.
