A propósito de los seis años sin la cantante británica Amy Winehouse, recordemos el pequeño Nissan Figaro que dejó «huérfano».
Un día como ayer, pero de 2011, la cantante británica de blues Amy Winehouse dejó de existir para pena de sus millones de fans a nivel mundial. Su partida fue sorpresiva y muy triste, al punto que fue tendencia en su momento conocer que no pudo disfrutar mucho de su recientemente adquirido Nissan Figaro.
Este vehículo, comprado por Winehouse solo unos meses antes de su muerte, tenía transmisión automática de tres velocidades y revelaba, valgan verdades, el ladro creativo de la cantante. Además, poseía asientos de cuero, aire acondicionado, reproductor de CD y dirección hidráulica de serie. El modelo fue destinado al mercado japonés, pero fue a parar también a manos de glamurosos consumidores occidentales.
Este coche, lanzado en 1991, vendió solo 20 mil unidades; no obstante, se ganó el cariño de Amy quien tan solo pudo manejarlo no más de tres veces debido a su temprana muerte.
