Todos los viajeros sucumben al encanto de nuestras impresionantes tierras y la extensa multiculturalidad. Además, los turistas se embelesan por nuestros tesoros patrimoniales durante su estancia en Perú. Un ejemplo de ello es el Machu Picchu, el cual atrae a millones de turistas, los cuales quedan atónitos por la forma de construcción y distribución de los incas. Asimismo, las líneas de Nazca complementan este misticismo dado en la cultura inca. Por otro lado, la geografía del país también permite el turismo de balnearios en el litoral del pacífico, así como las grandes expediciones de montaña a la Cordillera de los Andes o los relajantes paseos por las orillas del lago Titicaca. Pero, para los pilotos del Dakar y los apasionados del
rally, lo que constituyó una revelación fueron las grandes extensiones desérticas de la región de Ica.
Es así como en 2012 y 2013, los competidores se quedaron deslumbrados, incluidos los más antiguos, ya que encontraron un nivel de exigencia comparable al de las dunas del Sáhara en el Continente Africano.
Por ello, en el 2018, una exploración prolongada de esos gigantes de arena los enfrentó desde la primera semana aconteció un desafío colosal. Grandes campeones como Sebastien Loeb o Nani Roma lo pagaron caro y aprendieron la lección, sin embargo, volverán a presentarse en este Dakar 100 % Perú para buscar esta vez su revancha y la bendición de la ‘Pachamama’, Tierra Madre.