Tráfico y estrés
Conductor estresado

El tráfico, el estrés y cómo hacerle frente

El terrible tráfico y la agitación de la ciudad puede llevarnos a obtener niveles altos de estrés que, si no tomamos las medidas adecuadas, podría resultar fatal para nuestra salud.

Día a día subimos a nuestros autos y salimos en dirección a nuestros destinos. Salimos de buen ánimo, optimistas, motivados. Sin embargo, en las calles nos afrentamos a un mundo agitado, lleno de imprudencias y de gente que anda de mal humor. Muchas veces, las otras cargas negativas de otras personas al volante, logran inocularse en nuestros cuerpos. Es decir, caemos en el juego, nos contagian sus males. Y a esto se suma las largas horas que pasamos frente al volante, los inacabables tráficos y, en el peor de los casos, diversos problemas que ya llevamos cargando desde antes de poner el motor en marcha y lanzarnos a recorrer lo largo de esta ciudad llena de impertinencias.

Angélica Riquelme Villarán, psicóloga de la Universidad San Martín de Porres, explicó que los conductores están expuestos a sufrir de mucho estrés por la situación tan angustiante que viven todos los días en el tráfico, que se suma a los problemas laborales, familiares y económicos que pueden tener, lo que provoca el aumento de los niveles de cortisol, que es una hormona esteroidea que puede causar depresión, ansiedad y la pérdida de la memoria.

¿Cómo generamos estrés?

Para Riquelme Villarán, las causas del estrés son distintas para cada persona, pero normalmente se produce cuando surge una situación nueva que no podemos o no sabemos controlar.

A pesar de ello, existen situaciones que causan estrés a la mayoría de las personas, como por ejemplo uno de esos tráficos eternos de Javier Prado, un elevado nivel de ruido o la falta de tiempo para concretar nuestras eventuales labores. Todas las personas, por supuesto, reaccionan de diferentes formas ante un mismo hecho, y esto depende del estado de ánimo en el que se encuentren en ese momento. A esto, en psicología se le conoce como el “umbral de intolerancia individual”.

Cuando el estrés se apodera de nosotros

Las probabilidades de sufrir o provocar un accidente, muchas veces son consecuencias del estrés, que suele influir de manera negativa a la hora de conducir.

Por ejemplo, cuando el estrés ya se ha apoderado de nosotros y estamos al volante, nuestro comportamiento suele volverse competitivo, pero de una manera que borda las fronteras de la agresividad y hostilidad. Lo peor viene cuando los otros conductores advierten aquel estado y suelen, en muchas veces, generar discusiones y reclamos por alguna maniobra peligrosa.

Otro de las características que determina si eres presa del estrés están halladas en tus reacciones. La impaciencia te hace aumentar las velocidades dificultando tu panorama de tomas de decisiones.

Además de eso, sueles actuar de manera, olvidando las normas de tráfico y alejándote, a causa de tu desesperación, de la educación vial. Estás tan desbordado de estrés que tus percepciones se ven opacadas y solo actúas dictado por la desesperación. Entonces ya estás fuera de sí, vulnerable a cualquier peligro.

Cómo hacerle frente

Es importante identificar si tienes estrés o no. Luego, teniendo en cuenta qué es lo que te lleva a los terrenos del estrés, es importante buscar una salida, una solución. Aquí, algunos consejos para ti:

-Es sumamente importante el descanso. Por eso, dormir mínimo seis horas y máximo ocho, harán que te enfrentes al día siguiente de la mejor manera.

-Programa el despertador al tiempo adecuado. Si es posible, ponlo minutos antes de tu hora habitual y así evitarás cualquier imprevisto camino a tus labores.

-Despierta agradecido. Para Angélica Villarán es importante agradecer al universo por todo lo bueno que nos viene dando. Respirar es importante, también estirarse. Una buena ducha, un buen desayuno y, sobre todo, salir agradecido.

-Sé consecuente y planifica bien tus horarios del día. Es dañino trazarse metas dificultosas, por lo que lo mejor será priorizar necesidades y llevarlas a cabo a un ritmo que sepas que es el adecuado.

- No te impongas metas inalcanzables y prioriza las necesidades. Lleva a cabo las tareas una tras otra, planificando siempre tiempo para descansar y ten siempre presente que tus recursos son limitados.

-Haz ejercicios. Uno de los principales exterminadores de estrés es el ejercicio físico. Puedes salir a correr a la vuelta de tu casa, hacer planchas, un poco de abdominales, yoga, entre otros. Una rutina diaria hará que tu cuerpo empiece a sentirse mejor rápidamente.

- Evita lo excesos. El consumo de alcohol, tabaco, drogas no harán más que incrementar tus males.

- Relájate. Mientras conduces, puedes poner tu música favorita, subir el volumen y olvidarte de todo lo exterior, siquiera por un rato.

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