La función del caño de escape no es otra que hacer salir los gases que se van quemando de la combustión y enfriarlos.
Sin embargo, y aunque otra de sus tareas intrínsecas es evitar que hagan ruido excesivo, son muchos los conductores que eligen cuidadosamente y con el mayor mimo sus caños de escape, aunque no siempre lo hagan con los criterios más acertados.
En especial, los conductores de autos tuneados adoran que sus vehículos hagan ruido, como si ello dotase de vida propia a su medio de transporte. Sin embargo, hay que tener cuidado con esto, pues en diferentes países se están haciendo comunes estrictas normativas sobre el ruido que exigen vehículos silenciosos.
Una de las razones por las que un caño de escape emite rugidos es porque no está homologado y, por tanto, no tienen en su interior los laberintos que se encargan de amortizar el sonido. No obstante, si te gusta el ruido, puedes optar por un header de dos pulgadas y sustituir el silenciador por una boquilla resonadora.
¿Qué mirar al comprar un caño de escape nuevo?
También hay quienes buscan la estética de esta pieza para embellecer su vehículo. Pese a todo, hay unos detalles en los que conviene fijarse a la hora de elegir entre los diferentes modelos de caños de escape. Estos datos son el escudo térmico, materiales y diseño del cromado, los caballos de fuerza, y finalmente, el sonido.
Los expertos también aconsejan estudiar las punteras de los caños de escape. Y algo no menos importante, es que una vez comprado, sepas ponerlo. De lo contrario, deberás gastarte unos ahorros en el taller mecánico.
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