Según la publicación Automotive News, que cita a un empleado de la compañía en Rennes, sede de la planta que actualmente produce el C5, cuyo director, Jean-Luc Perrard, dijo en días atrás que los planes para el sustituto del C5, cuyo código interno es X8, son el traslado de su producción a "una planta modificada genéticamente", sin más explicaciones.
La planta de PSA en Rennes basa su actividad en el modelo C5, junto al Citroen C6 y el Peugeot 508, con un volumen de producción de 182.300 unidades el pasado año.
Perrard dijo entonces que la fábrica de Rennes pueden construir otros modelos de Peugeot y Citroën para compensar la pérdida del C5, con lo que calmó los temores de los sindicatos por un hipotético cierre de la fábrica en 2016.
El director de la instalación añadió en las mismas declaraciones que el grupo mantenía los 40 millones de euros de inversión prevista para la factoría.
El grupo PSA emplea a 5,500 personas en Rennes, frente a los cerca de 12,000 trabajadores con los que contaba hace más de tres años, lo que hace probable que PSA esté en el camino de cerrar la planta, según un dirigente sindical que cita Automotive News Europe.
Como parte de su asociación, GM y PSA ya habían anunciado que los coches de tamaño medio, como el Opel Insignia, el Citroën C5 y el Peugeot 508, se basarán en las plataformas de GM, mientras que los subcompactos como el Opel Corsa y el Citroën C3 se desarrollarán sobre la tecnología PSA.
