Auto solar ¿sueño o realidad?

Auto solar ¿sueño o realidad?

La tendencia ecológica hace que soluciones como tener un auto eléctrico sean atractivas, pero ¿se imagina un auto cuyo combustible sea solo la luz del sol?

Los autos solares existen, hay marcas que ya han presentado sus versiones con algún implemento solar, el asunto es que la energía que estos consiguen solo alcanza para alimentar el interior o garantizar un trayecto corto y bajo ciertas condiciones climatológicas, por lo cual, sí o sí tendrías que pasar por la gasolinera o enchufar tu vehículo si es eléctrico.

Pero analicemos las características que tendría que tener un auto que funcione con energía del sol. Primero necesitamos llenar su superficie con paneles fotovoltaicos que reciban la luz del sol, esto estéticamente sería interesante o desagradable según quién lo vea. Un dato es que el mejor panel del mercado solo puede llegar a tener una eficiencia del 22,8%, y una batería que te acepte una carga con la suficiente capacidad para evitar los contratiempos climatológicos todavía es un sueño, ni siquiera la compañía de Elon Musk ha podido solucionarlo. 

Hay ya iniciativas de autos que han recorrido distancias enormes, el proyecto ‘Violet’, un autónomo de la universidad australiana UNSW recorrió el año pasado 4 mil kilómetros, de Sidney a Perth con una eficiencia de 3,25 Kw/ 100 km, usando entre 20 a 24 kw al día en un trayecto de 600 km (es decir, menos de la mitad de los 65 Kw que consume en el mes un hogar peruano promedio según Osinergmin) el asunto es que este auto además de pasar por un incendio en su batería y el no disponer de ventana trasera por ser usada para tener más paneles fotovoltaicos, tenía el diámetro de las llantas similar al de una bicicleta, lo que lo hacía inviable para el uso práctico.

Además, se tendría que tener en cuenta también la temperatura óptima que funcione y sobre todo la velocidad necesaria, que en muchos casos sería superada por una bicimoto.

Ahora, imaginemos que tenemos la tecnología necesaria para que los puntos anteriores estén solucionados. Aquí viene el tercer inconveniente, un auto solar necesitaría una cosa fundamental: sol. Sin este no tendría sentido tener un auto solar, y en ciudades como Lima metropolitana, donde el noventa por ciento del año está nublado, la energía que tendríamos disponible solo sería suficiente para ir a la panadería. Solo funcionaría en algunas ciudades privilegiadas, así que por el momento, el tener un auto completamente solar solo es un sueño lejano pero esperanzador.


Aun hay esperanza

Cada dos años en octubre se celebra la carrera solar más grande de Sudamérica, en el desierto de Atacama, Chile. A lo largo de 2600 kilómetros autos de distintas nacionalidades y compañías recorren trayectos con condiciones extremas para demostrar la viabilidad de vehículos de esta categoría en el panorama automovilístico.  Tanto los competidores y organizadores no solo buscan desafiar sus invenciones a las más altas temperaturas, sino también esperanzar al mundo y decirles que en un futuro podría ser posible transportarnos en vehículos sostenibles y amigables con el medio ambiente.

 

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