Las principales fábricas del mundo producen automóviles adaptados con dispositivos especiales que, además, mantienen inalterable su nivel de seguridad.
Es posible modificar algunos elementos de los autos estándar para que un conductor con capacidad de movimiento reducida pueda manejar sin afectar su nivel de seguridad en la conducción. Sin embargo, la palabra discapacidad suele ser interpretada por algunos individuos como sinónimo de restricción.
Se puede adaptar un coche de manera electrónica o mecánica, pero la primera suele ser más cara que la segunda, aunque es más funcional, pues se lleva a cabo a través de poleas. Se requiere un tiempo de aprendizaje de los dispositivos de adaptación, como, por ejemplo: la transferencia desde la silla de ruedas, la carga y descarga de la misma u otras mercancías en el vehículo, la fijación del cinturón de seguridad, la utilización de los mandos de conducción primeros: acelerador, freno y volante de la dirección; secundarios: la palanca de cambio de velocidades, freno de mano, indicador de dirección, luces y limpiaparabrisas, el mantenimiento de la postura en el asiento con un tronco inestable y la puesta punto del vehículo.
Por tanto, tener un defecto físico no imposibilita conducir un vehículo, pero se debe cumplir con unos mínimos necesarios y la firme voluntad de hacer las cosas bien. También, el interactuar en la vía en su propio auto llega a ser, incluso, un ejercicio importante para apoyar una terapia de recuperación y un esfuerzo en la autoestima.
Entre las adaptaciones mecánicas tenemos:
Rampas de acceso: son utilizadas por las personas en silla de ruedas y sirven para acceder al vehículo. Por lo general, cuando existen estas rampas, son retirados los asientos para generar mayor comodidad y espacio.
Adaptar las puertas: Es para facilitar el ingreso de las personas ya que hay sistemas de puertas con apertura opuesta. Además, es posible agregar la adaptación de un sistema de elevador automático que se coloque por debajo del vehículo. Asimismo, las puertas pueden tener un cierre automático para garantizar la comodidad de las personas en silla de ruedas.
Unidad de control manual: Este sistema facilita a las personas sin movilidad en las piernas para conducir un vehículo sin ningún problema. Con este mecanismo, el conductor administra el acelerador y el freno mediante una palanca ubicada detrás del volante. Es operada con una sola mano.
Y, entre los controles electrónicos tenemos:
Controles electrónicos: Funcionan como una palanca de mano para controlar desde un dispositivo las maniobras del vehículo. Sin embargo, una desventaja de este sistema es su elevado costo.
Transmisión del vehículo: De igual forma, se puede adaptar para facilitar el cambio de velocidades. Además, las adaptaciones ergonómicas como el cojín de soporte lumbar ayudan en los desplazamientos.
Con estas adaptaciones se puede garantizar una conducción universal para cualquier persona sin importan su condición física.
Fuente: abc.es
