Cuando una persona se inicia en el mundo de los autos piensa que solo hay luces delanteras y posteriores, pero nada más ajeno a la verdad.
Las luces delanteras y posteriores, si bien es cierto, son las más comunes y están a la vista de todos, no son los únicos tipos de luces que hay en el vehículo.
“Aparte de las luces delanteras y posteriores, tenemos direccionales, de freno, de retroceso, de parqueo; adentro hay luces de cortesía, luces que se prenden en las puertas cuando se abren y luces que son focalizadas para leer mapas. Hay una serie de iluminaciones para ayudar a los ocupantes”, sostiene Javier García-Pacheco, gerente técnico de Derco.
Estas luces no son objetos decorativos, cada una tiene un fin fundamental que tiene que ver con la iluminación del auto y del conductor, no solo para salvaguardar su vida, sino para no atentar contra la integridad física de los peatones.
Gracias a las luces, el conductor podrá ser visto en una oscura noche o resaltar sobre los demás choferes durante la tarde.
