Prevención, neumáticos

Prevención, neumáticos

Para conservar nuestros neumáticos debemos estar pendientes de la presión, sobre todo en las épocas de altas temperaturas, puesto que, el calor hace que la presión de las llantas aumente y difiera de la medida exacta.

Lo ideal para medir la presión de las llantas, es hacerlo cuando el neumático está en frío (tal como cuando vamos a trabajar con el motor). Según el ingeniero Piero Vicente, el cuidado de los neumáticos se ve afectado por muchos factores, el tipo de conducción, el terreno donde acostumbramos a transitar, los golpes que reciben las llantas.

Debemos evitar golpear las llantas contra el sardinel, dar rebotes muy agresivos contra los rompemuelles, buscar un buen limpiador, de esos que le dan brillo, sin embargo, debemos utilizar uno que proteja el caucho y lo nutra, de lo contrario solo tendrá una función estética y no técnica.

También nos indica que la precaución debe ser nuestro mejor aliado, pues podrían presentarse situaciones en la que la llanta roce con objetos punzocortantes y se arañe el caucho y en el peor de los casos, que la llanta se pinche.

Cambiar nuestros neumáticos cuando: aparezcan cortes o deformaciones que puedan comprometer la seguridad. Si muestran signos de envejecimiento o un desgaste anómalo. Cuando haya llegado al límite legal de desgaste: 1.66 mm. En caso de que la llanta no sea la apropiada para el vehículo. Tras un pinchazo, si el técnico detecta un defecto que imposibilita reparar la llanta.

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