Finalmente Citroën ha decidido apelar la decisión de los comisarios del Rally de Portugal, que excluyeron al vehículo del ganador, Mikko Hirvonen, por irregularidades en su embrague. En un principio dijeron que no lo harían, pero finalmente decidieron recurrir porque estiman que las disconformidades encontradas en su vehículo no le aportan mayor competitividad.
El motivo de la descalificación ha sido que el embrague no era igual que el homologado. Según Yves Matton, el director deportivo de la marca, "los mecanismos del embrague están homologados con los agujeros de aligeramiento. Nuestro proveedor nos ha proporcionado recientemente con un lote de piezas que no estaban perforadas y uno de ellos fue instalado en el coche de Hirvonen".
Además, también ha sido precintado el turbo para investigarlo. La explicación de Matton es que "en relación con el turbocompresor, el cual es un componente estándar en todos los world rally car, la dimensión de la turbina de rueda excede el máximo autorizado. Esta diferencia proviene de la dilatación, ya que la rueda está sujeta a temperaturas extremas y los factores de revoluciones por minuto".
Por todo ello, el director deportivo de Citroën asegura que "no teníamos ni la más mínima intención de hacer trampa y la decisión parece fuera de toda proporción. Teniendo en cuenta el hecho de que las diferencias registradas no nos trae ninguna ventaja, hemos decidido apelar".