El Clément Brass Phaeton fue uno de los primeros autos en llegar a nuestro país, de origen francés este rodó a comienzos del 1900 llegando uno de sus modelos a Cusco al ser adquirido por el diputado Benjamín de la Torre, quien vivía en Quillabamba.
Gustave- Adolphe Clément era un hombre de negocios que se dedicaba a la venta de neumáticos para bicicletas y a la construcción de motocicletas. Sin embargo, desde 1898 incursionó en paralelo en el rubro automovilístico bajo el nombre de Clément con cierto éxito hasta que en 1903 se asoció con un famosos Industrial de Mecléres y se denominó Clément-Bayand. Con este nombre la compañía construyó autos hasta 1926, muchos fueron coches de competencia con los cuales participó en las carreras más importantes del primer decenio del siglo XX.
Los automóviles del fabricante francés eran tan lujosos que podían costar más que una casa. Tal es el caso del Clemént Brass Phaeton, un vehículo construido en 1903 de motor monocilíndrico Bayard de 9Hp y transmisión secuencial de tres velocidades capaz de alcanzar una velocidad límite de 40 km/h. De elegante diseño, ofrece una conducción agradable debido al sonido particular del motor que tiene las válvulas hacia afuera. Algunas peculiaridades de este modelo son las siguientes.
Los acabados son de bronce, el chasis y el capot de fierro, mientras que los aros son de madera.
Tiene espacio para cuatro ocupantes faros de carburo (que se encienden mediante un mechero), carrocería convertible con techo tipo sombrilla y cortinas para usar en caso de lluvia.
El encendido del motor se realiza por medio de un generador eléctrico llamado magneto, que emplea el campo magnético de unos imanes montados en un rotor que al girar inducen una corriente en una bobina de hilo de cobre, lo que exige un elevado ajuste y mantenimiento periódico para su óptimo funcionamiento.
En el Perú, uno de estos modelos se encuentra en el Museo del Automóvil adquirido por Jorge Nicolini en los 70s.
Museo del Automóvil de Jorge Nicolini