Rosberg vs. Hamilton, una "guerra psicológica" sin disimulo

Rosberg vs. Hamilton, una El baile en la gala nocturna con los príncipes de Mónaco le permitió al alemán Nico Rosberg olvidar por un rato la polémica sobre su deteriorada relación con el británico Lewis Hamilton.

Pero el líder de la Fórmula 1 no pudo eludir por mucho tiempo la fría realidad en la lucha por el título con su compañero de equipo en Mercedes. Un enfrentamiento que ya es indisimulable tras la polémica vivida en el Gran Premio de Mónaco.

"No somos amigos, somos colegas", aseguró Hamilton después de la victoria de Rosberg en Montecarlo, redoblando así la guerra psicológica de los pilotos de las "flechas de plata".

La jefatura de Mercedes tiene cada vez más dificultades para mantener bajo control a sus dos ambiciosos pilotos. "Si los dos se disputasen la misma mujer, la cuestión sería igual", opinó el jefe de motor de Mercedes, Toto Wolff.

Tras seis carreras y cinco 1-2, sólo cuatro puntos separan a Rosberg de Hamilton en la clasificación general. La situación hace casi inevitable la rivalidad: los otros pilotos están muy lejos y sólo uno de ellos puede ganar el título.

"Debes ser un bastardo si quieres tener éxito en la Fórmula 1", aseguró una leyenda como Niki Lauda, jefe del consejo de vigilancia del equipo.

Hasta ahora parece Hamilton el más dispuesto a asumir ese papel. En Mónaco recordó su humilde origen y calificó a Rosberg como un hombre de familia acomodada con escasa hambre de éxitos.

El alemán dio la respuesta en la pista enfureciendo al máximo al inglés con un error decisivo en la clasificación.

El sábado, tras finalizar su recorrido en la clasificación y con Hamilton aún en pista, Rosberg no frenó a tiempo en una curva, se salió de pista y provocó que se levantaran las banderas amarillas, lo que impidió que el británico finalizara la última vuelta y tuviera la posibilidad de arrebatarle la "pole".

Rosberg pidió disculpas y aseguró que no fue un error intencional. Pero no fue lo único que molestó el fin de semana a Hamilton, que se sintió perjudicado por el box durante la carrera y puso en duda la regla de Mercedes de apostar sólo a una estrategia para ambos pilotos.

"Un distanciamiento total", fue el diagnóstico del diario italiano Tuttosport. El periódico inglésTelegraph coincidió: "La hostilidad entre Rosberg y Hamilto sigue en aumento".

Tras lo vivido en Mónaco, los miembros de la escudería ya admitieron que van a tener conversaciones antes del Gran Premio de Canadá, en dos semanas.

"El fin de semana fue uno de los más difíciles. Pero dejemos descansar la cosa, nos sentamos luego todos juntos y hablamos de ello", dijo Rosberg.

También Lauda, triple campeón mundial, anunció una reunión con el vehemente Hamilton para calmar los ánimos. "Ambos son adultos y estoy seguro de que Hamilton se apaciguará en breve", dijo el austríaco.

Pero en Mónaco, Hamilton no dio la impresión de querer hacer las paces e incluso no felicitó a Rosberg en el podio.

El británico ya había insinuado previamente su intención de tomar como ejemplo el duro duelo entre leyendas como Ayrton Senna y Alain Prost, quienes lucharon despiadadamente por el título pese a ser compañeros en McLaren.

"Me gustaba la forma de proceder de Senna y seguiré su ejemplo", dijo Hamilton. En 2007, en su primera temporada de Fórmula 1 en Mclaren, el británico se enconó de tal forma con el español Fernando Alonso que al final ambos terminaron con las manos vacías.

En vista de la cómoda situación en cabeza del Mundial, Mercedes no quiere poner un freno a los pilotos. "Debemos seguir así", aseguró Dieter Zetsche, jefe de Daimler-Benz. La próxima disputa en la pista, entonces, será sólo una cuestión de tiempo.

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