Escocia tuvo una industria automotriz con mucha relevancia alrededor de los años 1900, al inicio solían fabricar vehículos con aires muy similares a los franceses Reanult. Entre las compañías se encontraban Argyll Motors Ltd llamada así en sus inicios, que luego evolucionó a Hozier Enginerin, fabricando vehículos de marca Argyll con motores Dion.
Uno de las cuestiones que acontecía para la época era que no habría suficiente demanda para lanzar al mercado una gama amplia de modelos, por ello los 7 modelos distintos entre taxis y autos deportivos no eran mucho. Argyll patentó el motor sin válvulas en un juicio ganado a Daimler, a pesar de ello tuvo que cerrar en el año 1914. Pero dejó uno de sus mejores modelos el Argyll 15/30 Tipo G que aún se conserva en el Museo de Transportes de Glasgow.
Este vehículo con un motor de 4 cilindros y cilindrada de 2.614 centímetro cúbicos, diámetro de 80 milímetros y carrera del pistón de 1330 milímetros. Este modelo de motor sin válvulas contaba con un funcionamiento suave y sin ruidos, ganando lugar entre sus compradores.