El más popular de la época. Su sofisticado diseño, y el registro de velocidad que alcanzaba, lo convirtieron en el automóvil de la línea Auburn de mayor producción de la década de los 30’.
Resulta difícil hallar que en la década de 1930 un vehículo haya alcanzado la velocidad máxima de 162 kilómetros por hora. Es el caso del Auburn Speedster 851 SC, vehículo fabricado por la compañía Auburn Automobile Company, y que se muestra como un verdadero auto deportivo, con un alto nivel de ingeniería y un sello de exclusividad para quien lo posee.
Reseña histórica
Se debe tener en cuenta, como antecedentes, que en 1924 The Cord Company se hizo con el control total de Auburn Automobile Company, y que, en 1926 formó sociedad con Duesenberg Corporation, famosa marca por sus automóviles de carrera, y la utilizó como plataforma de cara a una nueva línea de vehículos.
Bajo ese contexto nació el Auburn Speedster 851 SC, diseñado por Gordon Buehrig, famoso diseñador de Duesenberg Corporation. Es considerado el último gran deportivo americano de los años 30. De manera particular cuenta con un motor súper cargado, usado también en la aviación, 8 cilindros en línea que ofrece 150 HP a 3900 rpm. En junio de 1935, rompió todos los récords de velocidad en el Boneville Speedway, en las categorías ‘American Standard’ y ‘Open’. En el tablero tiene una placa firmada por Ab Jenkins, famoso piloto de la época, que probó el automóvil antes de que salga a la venta y alcanzó la velocidad máxima de 162 kilómetros por hora. Entre los años 1935 y 1936 se hicieron 450 unidades, y actualmente quedan en el mundo alrededor de 8, siendo este el único ejemplar en Perú.
Cómo llegó al Perú
En uno de mis viajes a Estados Unidos, precisamente al estado de Connecticut quedé maravillado con el Auburn Speedster 851 SC. Lo compré cerca del año 1988, y recién a inicio de los años 90’ pude traerlo al país. Cuando lo adquirí lo encontré bastante completo, pero con algunos deterioros. Tuve que cambiarle toda la madera, desarmarlo completamente y luego ensamblarlo poco a poco, y finalmente quedó estupendo.
Situación actual
Tras restaurarlo, y dejarlo en óptimas condiciones, lo llevé en 1994 a las 1000 Millas de Argentina, y gané el premio al mejor auto del evento: el más bonito de 250 automóviles que se congregaron, superando vehículos como Ferrari entre otros coleccionables de la época.
Datos:

Fuente: Asociación Museo del Automóvil - Colección Nicolini