No podemos ignorar el hecho de que los autos necesitan lubricantes, aditivos, aceites para su buen funcionamiento, para el cuidado de las piezas internas y la correcta combustión.
En primer lugar, el aceite base (lubricante) no puede funcionar sin aditivos. Todos los lubricantes de vehículos se comercializan con un 15 a 30% de aditivos, marcando la diferencia en calidad y precio, la cantidad de aditivo que el lubricante lleva.
Lo mismo sucede con los combustibles que deben llevar una cantidad mínima de aditivos para que los motores no sufran daños. Por ejemplo, los aditivos que comercializan firmas como Liqui Moly sirven para mejorar los lubricantes y combustibles que solo tienen agregado el mínimo indispensable de aditivos, mejorando así los efectos significativamente.