El KH-7 Epsilon supera su primera batalla contra los elementos

El KH-7 Epsilon supera su primera batalla contra los elementos

La dureza de la segunda etapa del Dakar fue una de las comidillas del vivac entre corredores de todas las categorías por el mal estado de unos caminos muy ondulados y pedregosos.

Para el KH-7 Epsilon Team se unía el reto añadido de afrontarlos en las peores condiciones posibles, como corresponde a su orden de salida diario al final de la caravana.

La jornada fue una batalla contra los elementos desde el primer kilómetro, como recuerda el piloto del equipo, Jordi Juvanteny: “Empezamos la etapa con problemas de transmisión, de modo que debimos completar los primeros 100 kilómetros casi sin embrague. Cerca del primer control de paso nos detuvimos a reparar, lo que hizo que debiéramos completar casi todo el kilometraje de noche. Además, hacia el final de la especial sufrimos un pequeño pinchazo en un neumático que pudimos capear echando mano del sistema de hinchado automático del camión”.

A su llegada al vivac tras 14 horas en la cabina, el copiloto, José Luis Criado, se mostraba satisfecho con la prestación del equipo: “Estamos muy cansados tras una etapa realmente durísima, pero contentos por nuestra respuesta ante los problemas técnicos y los difíciles retos de navegación que entrañaba la jornada, además de especialmente felices por el comportamiento del camión, cuyo motor alimentado con hidrógeno sigue rindiendo a la perfección”.

El KH-7 Epsilon Team, que compite en la nueva división Challenge New Energy, utiliza el Dakar a modo de laboratorio de pruebas de un pionero sistema de propulsión que combina gasóleo tradicional con hidrógeno. EVARM, socio tecnológico del equipo y especialista en la materia, sigue recogiendo datos muy valiosos de la experiencia del equipo en la carrera con el objetivo de acelerar el desarrollo de esta tecnología para los camiones de producción.

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