Se trata de una llanta que, prácticamente, no tiene caras laterales, permitiendo observar al interior de las mismas una especie de entramado o red –cuyo material no ha sido revelado por la empresa japonesa fundada en 1931– como soporte, eliminando definitivamente el uso del aire y por lo tanto no necesitarán inflarse ni tampoco se pincharán.
Además se reducirá el riesgo de un accidente por un problema de desllantado, contribuyendo a la seguridad del conductor. Sin duda un invento revolucionario.
Bridgestone, a diferencia de Michelin, buscará desarrollar las llantas sin aire con fines más comerciales, empezando a aplicarlos en autos pequeños. Además, la compañía afirmó que la llanta está hecha sólo con materiales reciclables. Esta idea fue desarrollada anteriormente por su competidora Michelin, pero no con fines de venta.