Una semana después de su fuerte accidente en los X-Games de Los Ángeles, Marcus Gronholm ha salido del hospital. El bicampeón finlandés chocó contra un muro en las olimpiadas de los deportes extremos, y tuvo que ser excarcelado de su Ford Fiesta, al que los equipos de emergencia serraron el techo. Aunque no tenía lesiones importantes, ha estado una semana ingresado por precaución, ya que pasó un tiempo inconsciente.
Pero Gronholm no se ha acobardado, y quiere revancha con Loeb, que en su ausencia fue el ganador de la prueba. "Ha sido una frustración no poder competir en los X-Games, sobre todo porque los había preparado a conciencia", ha dicho tras recibir el alta. "Además, venía Sebastien, y eso me daba una motivación extra para salir a por todas. Espero que Loeb considere darme una revancha algún día".
Aunque ha sido dado de alta del hospital, los médicos han impedido viajar a Gronholm a su tierra, Finlandia, y le han pedido que aguante unos días más con su familia en Los Ángeles. Además, tampoco podrá asistir a la próxima cita del Campeonato de Estados Unidos de Rallycross, en el que marcha líder tras haber ganado todas las pruebas disputadas. Se disputará el próximo fin de semana en el New Hampshire Speedway, demasiado pronto tras un accidente tan fuerte.
Marcus ha querido agradecer el esfuerzo realizado por los equipos de rescate y los médicos, y también ha reconocido que "me han ayudado mucho los mensajes de apoyo que me han llegado de mis amigos y familiares, pero también de los fans de todo el mundo. Su apoyo me da fuerzas para conseguir la más rápida recuperación".
