No todo es lo que parece y este Buick Roadmaster de 1950 es la clara muestra. Todos los autos que se exhiben en el SEMA Show están diseñados para llamar la atención de los visitantes y este Buick ha logrado su meta.
Este ejemplar fui construido por ICON en Chatsworth, California. Esta empresa busca antiguos Buicks y los vuelve a la vida con una sola condición: mantener el diseño de la carrocería original. ¿Qué obtenemos con ello? Bueno, se consigue un auto cuyo exterior luce deteriorado y un interior que muchos modelos modernos desearían.
ICON elaboró un chasis nuevo con la intención de dar la apariencia de un bólido viejo y oxidado. Sin embargo, el motor es un LS7 vestido con tapas de válvulas y un filtro de aire modificado Olds 4-4-2, entre otras cosas. Lo destacable es el interior: Dos tipos de cuero, volante original e indicadores de fábrica modificados para funcionar electrónicamente.
Fuente: Motor Trend
