En los motores contemporáneos la tendencia es montar el eje de levas en la culata, por lo que el accionamiento de distribución se hace con cadenas o cinturones de gran longitud. Con el paso del tiempo nuevos materiales han sustituido las correas metálicas por dentadas de caucho sintético y fibra de vidrio.
Las características de estos novedosos diseños es la flexibilidad para adaptarse a las poleas de arrastre. Asimismo, nos da el beneficio de no se estirarse ni de alterar sus dimensiones. Dándonos la ventaja de tener un funcionamiento muy silencioso, más ligero y fácil de reemplazar.
La correa de distribución, además de transmitir movimiento al árbol de levas, puede mover, también dependiendo de los motores: la bomba de agua, la bomba de inyección, en caso de que el motor sea diésel.
Se recomienda el intervalo o sustitución de esta correa según los kilómetros recorridos o también según el tiempo de funcionamiento.
A continuación, te mostraremos en qué momento hay mayor desgaste:
- Trabajo de taxi
- Trayectos cortos frecuentes con el motor frio a bajas temperaturas
- Lugares en donde se superan los 30°c o están debajo de los -15°c
- Vehículos que arrastran remolques o caravanas
- Conducción continua a velocidades elevadas
- Uso de aceite de baja calidad
Fuente: Aficcionadosalamecánica.com