No cabe duda que la crisis europea y el terremoto en Japón afectaron en gran medida la industria automotriz, a lo largo del 2011. Pues tanto para fabricantes como proveedores están de acuerdo que este año significó una etapa de buenos y malos resultados.
La poderosa industria japonesa, fue la más afectada por la desolación provocada por el terremoto que trajo consigo devastadores maremotos que asolaron las islas niponas y obligaron a las gigantes automotrices como Toyota, Nissan y Honda a reducir sus producciones a nivel mundial.
Aún así, las ventas de autos y camionetas sobrepasaron los 12.500.000 en EE.UU aunque pudo ser mucho más de no haber sucedido el desastre en Japón. Las expectativas en ventas para el 2012 esperan superar los 14 millones.
Pero donde muchos ven un problema, otros ven una oportunidad, como en el caso de General Motors, Ford y Fiat-Chrysler, cuyas ventas han crecido en mercados de países emergentes como China, India, Brasil y Argentina.
Teniendo en cuenta lo mencionado, cabe mencionar las siguientes interrogantes: ¿los japoneses buscarán recobrar mercados? En lo tocante a los norteamericanos ¿mantendrán el foco en el desarrollo de innovaciones y los precios competitivos? ¿Hasta qué punto la veloz introducción de modelos seguirá siendo clave?
Son preguntas que mantendrán en vilo a todos los productores y proveedores a lo largo del 2012.
