Un conductor debe recurrir al taller para prevenir futuras averías en los sistemas del auto y no cuando el vehículo ya está averiado.
Muchos conductores por lo general llevan sus autos al taller cuando ya están averiados. En realidad uno debe recurrir a un taller para que estas averías se puedan evitar.
Según Kevin Langschwager, mecánico de profesión, “uno lleva al taller su auto para verificar irregularidades en el funcionamiento que a simple vista no te das cuenta, como los desgastes en los terminales y en los rodajes. Muchas de estas fallas no avisan, pero en algún momento puede fallar de golpe, los servicios que se realizan en el taller deben ser preventivos”.
Cuando se compra un auto nuevo, la garantía permite que el propietario lleve el auto al taller cada 5 mil km de recorrido, para realizar el cambio de aceite, el cambio de filtro, entre otro tipo de mantenimiento básico.
“Si uno mismo hace el cambio de aceite del vehículo, de todas maneras debería considerar llevarlo al taller cada 10 mil km, para revisar cosas más complicadas como los rodajes, terminales y los frenos que pueden fallar en cualquier momento”, recomienda Kevin Langschwager.
Lo recomendable es llevar al mecánico el coche para que futuras averías se puedan evitar, lo que además podría evitar accidentes y un ahorrar una suma considerable de dinero.