Este mecanismo suele fallar raras veces, pero eso no quiere decir que podemos tener algunos hábitos que nos ayuden a alargar su vida útil.
1. Conducir de modo preventivo, pasar los cambios con suavidad al reducir con la caja de cambios emparejar las rotaciones con el pedal de acelerador de acuerdo a la marcha que se desea acoplar, soltar con mucha suavidad el pedal de embrague para que el acoplamiento se produzca con suavidad y sin tirones, evitar estos bruscos cambios de inercia de la máquina, ya que al estar en movimiento posee una gran energía.
2. Al conducir con caja automática y retardadora, evitar usar toda la capacidad de frenado, ya que este convierte la energía cinética en calor, su capacidad de frenado es tan poderosa que provoca sobrecarga en el eje trasero, podría llegar incluso a dañarlo.
3. Usar al aceite adecuado según la especificación del fabricante del eje.
4. Llevarlo a revisar con cierta regularidad el eje trasero, tres o cuatro veces al año como mínimo, observar el grado de limpieza del aceite usado.
5. Controlar la temperatura interior del aceite, también la temperatura de la carcasa en la zona del piñón de ataque donde se alojan los rodamientos, con cierta regularidad y dejar anotado estos valores para su posterior comparación.
